domingo, 11 de diciembre de 2011

5. Gestión y evaluación de actividades formativas

Hemos llegado hasta la cuarta semana y con ella, otra nueva entrada.

Primero voy a hacer un breve repaso de lo andado, más que nada para situarnos:
  • Qué es el e-learning y tutoría online, con las competencias y destrezas que requiere un TOL.
  • Las herramientas más habituales que puede emplear un TOL para ejercer su función, aunque algunas como la wiki ha sido ahora.
  • Hemos practicado en diferentes situaciones, una de las destrezas más importantes que necesita, que es la de comunicador.
Ahora vamos a entrar de lleno en la acción formativa, no sólo desde el punto de vista de los contenidos, sino también de la organización, su gestión y evaluación. Del diseño y control de la calidad, supongo que hablaremos más adelante.

Cuando vimos las destrezas que necesitaba un TOL, prácticamente se llegó al acuerdo de que no sería posible que hiciera todo a la vez: diseño de la acción formativa, elaboración de contenidos, etc. Pero sí tenía que tener las capacidades para “leer” el desarrollo de la acción formativa (si no es el creador, que siempre es lo más conveniente) para saber en todo momento que terreno pisa y que dificultades pueden surgir. También vimos que otra de las destrezas que necesitaba era la de manejar con soltura las herramientas que proporcionaba la web 2.0, para saber aplicar en cada momento la adecuada.

Normalmente, la primera impresión es lo que queda. Esta afirmación tiene más valor cuando se refiere a algo que es novedoso y no muy extendido, como el tema que tratamos. Si inicialmente algo no está bien presentado, la actitud hacia ese algo es un obstáculo más con el que hay que enfrentarse, no sólo el hecho de eliminar prejuicios y opiniones equivocadas, sino también para aprender.

La documentación inicial que se proporciona al alumno, es fundamental para conseguir su integración, tanto en la institución donde se desarrolla la acción formativa, como en la propia acción. Tiene que sentirse acogido y encontrar soluciones a las posibles dudas que puedan surgir. En definitiva, lo primero es establecer el marco donde se encuentra para situarse contestando a las preguntas: quién soy, dónde estoy, qué tengo que hacer, cómo y cuándo lo tengo que hacer y el por qué o para qué. También hay que tener en cuenta que desde el primer momento hay que tener una actitud de cercanía, digamos humana, demasiado…

Esa información queda reflejada en una serie de documentos a varios niveles que pueden variar según la institución o el tipo de formación de que se trate o su duración, algunos públicos y otros privados, orientados al profesorado o al alumno, etc. Podemos encontrar desde planes de estudio, convocatorias, plan de formación o proyecto formativo, presentaciones del curso, del módulo o la guía didáctica, plan de acción tutorial, guía del estudiante, plan de acogida, libro de estilo del tutor, etc.

Dentro del proceso de aprendizaje propiamente dicho, el alumno tiene que tener claro el camino a seguir, lo que tiene que hacer, los objetivos a alcanzar, como los va a alcanzar, materiales didácticos, la evaluación, etc. En este sentido, uno de los documentos más importantes es el de la guía didáctica, que concreta en un periodo de tiempo. Aunque hay dos tendencias, incluirla en el módulo o en la unidad didáctica, en las FAS se incluye en el primero.

Del diseño de las actividades, que corresponde a la siguiente semana, sólo diré que cuando hablamos de e-learning, el diseño de la acción formativa con todos sus elementos sincronizados es fundamental.

Las actividades, sean del tipo que sean individuales, colaborativas, etc., tienen que estar diseñadas y secuenciadas según el diseño instructivo de la acción para emplear la estrategia más adecuada en cada momento. También es muy importante su gestión, que estas actividades sean accesibles y con una carga de trabajo y esfuerzo no excesiva para evitar la desmoralización, y su evaluación, que alcancen los objetivos.
En este sentido, hay un gran abanico de posibilidades y catálogos. Es cierto que la mayoría de lo que podemos encontrar está referido a enseñanza presencial, pero ahí es donde entra también la experiencia del TOL.
Hemos dicho que primero se elaboran las competencias profesionales, de las que se derivan las unidades de competencia de los módulos, de ahí las capacidades terminales de las UD y por último, los objetivos o tareas de cada UA. Es decir de arriba hacia abajo. Una vez definidos los objetivos educativos, se elaboran los contenidos, se secuencian y se diseñan las actividades para alcanzarlos, de abajo hacia arriba. 

Por otra parte, hacer el trabajo de esta semana partiendo de cero, incluso el curso y la UD, requería mucha coordinación según lo expuesto anteriormente. Una prueba de fuego para trabajar en equipo, otra de las destrezas del TOL.

Hemos aprendido otras formas de trabajo colaborativo, interactuando con el foro, la wiki y el chat, aunque en este caso en menor medida dadas las circunstancias y la necesidad de sincronía. Nos hemos dado cuenta de su potencial y que ha proporcionado ahorro de tiempo, ya que la wiki siempre estaba actualizada, con los comentarios correspondientes en el foro y en el chat. Hemos visto la sinergia, el todo es más que la suma de las partes.

Se ha visto la mejoría en cuanto al manejo de las herramientas, con multitud de mensajes cruzados en el foro, pero bien ordenados.

También hemos visto como mejorábamos con la wiki desde el primer día al último, a pesar de los problemas técnicos, para dejar un buen trabajo. En ese sentido, el compartir el conocimiento para resolver los problemas ha sido fundamental.Se ha puesto de manifiesto la importancia de la coherencia, en todos los sentidos, de la documentación de la acción formativa, tal y como decíamos anteriormente...

Pero en un espacio como este, de reflexión personal sobre lo aprendido esta semana, no puedo dejar pasar por alto algunas de las dudas y reflexiones que todavía me asaltan.
Para ello, voy a hacerle una proposición. ¿Qué tal si dejamos de contemplar los árboles y vemos el bosque?
Esta semana ha sido demasiado atípica. Tenía dos festivos, el martes (día de la Constitución) y el jueves ocho (día de la Inmaculada). Mala semana para hacer de TOL y terminar un trabajo del tipo colaborativo, porque cada uno se va de viaje, a descansar, vuelve a casa, al pueblo donde ni siquiera hay cobertura de móvil, etc.

Antes de nada, me gustaría felicitar por su labor de TOL a Ramón y a José María. Felicidades por vuestro trabajo y sacarlo adelante, y también por qué no, al resto del grupo, pero principalmente a ellos. También y antes de seguir, hago una advertencia, no voy a tratar de criticar a nadie, ni su trabajo, sino presentar algunas consideraciones sobre las que no tengo respuesta, por lo menos por ahora.

Cuando comenzamos el lunes, ahí estábamos muchos en el foro, esperando. El tiempo pasaba y ningún TOL designado aparecía. Mientras tanto, aprovechamos para leer la bibliografía e ir comentando que si yo me voy mañana y no estaré, otros no pueden estar ahora, etc. El tiempo pasa y la profesora propone ir eligiendo un tema para ganar tiempo. Se propone el tema de Power Point, que era algo común para todos.

Por fin, aparece un TOL y comienza a repartir el tiempo disponible y los trabajos.
Aquí viene la cuestión. En un principio, yo pensaba que trataría de adaptar al trabajo a realizar la realidad. Todos sabemos que esta es tozuda, aunque se intente bordear o rehuir, al final emerge una y otra vez como los ojos del Guadiana para darnos de bruces con ella. Ahora es cuando pregunta por la disponibilidad de cada uno para ir haciendo los primeros borradores con aportaciones e ir ganando tiempo, según estemos o no. Pero no, se mantiene la esencia del trabajo colaborativo.

Poco a poco, del caos inicial se va pasando a un ralentí, pero el tiempo pasa y el miércoles se abandona la estrategia del trabajo colaborativo y se reparten los trabajos, no sé si por indicación de los profesores o no. A partir de ahí, y una vez asentada la disponibilidad de cada uno, se va cogiendo velocidad hasta terminar todo el trabajo, no sin muchos problemas de todo tipo. En cuanto a la colaboración, no quedaba más remedio ya que había que dar coherencia a todo el trabajo y por aproximaciones sucesivas entre todos se llegó al final.

Mis dudas son las siguientes:
¿Tiene la asincronía un límite?
¿Merece la pena mantener el trabajo colaborativo al ralentí?, con el riesgo de no llegar a tiempo o no profundizar lo suficiente.
¿Es trabajo colaborativo lo hecho a partir del miércoles? Es decir, si se reparte el trabajo y luego yo veo lo que ha hecho otro desde la barrera o es ir haciéndolo entre todos, poco a poco.
¿Es eso constructivismo en el fin y no en el medio?
¿Realmente se han alcanzado todos los objetivos?
¿Los han alcanzado todos los alumnos?
¿Cómo se han alcanzado?
¿Está bien y además es lo correcto?

Yo tengo mis respuestas, con mi visión particular y algunas lagunas. Sé que he alcanzado todos los objetivos marcados en la guía, creo que dada la realidad no se podría haber hecho de otra forma, creo que está bien aunque no sé si es lo correcto pero pienso que todo el mundo ha colaborado, algunos más y otros menos, cuando han podido y también creo que hemos hecho un buen trabajo.

Puede que el equipo de profesores tenga respuestas diferentes e incluso más completas, porque han podido seguir con otra visión y compararla con otros grupos y porque la semana siguiente entramos con el diseño de actividades formativas y control de la calidad, lo cual puede proporcionar más luz.


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