En primer lugar, quiero pedir disculpas por
publicar con retraso esta última entrada de la actividad señalada para este
blog. Espero que mis profesores y el resto de alumnos puedan disculparme.
En mi descargo simplemente diré que, a pesar de que
esta entrada era voluntaria, desde un primer momento tuve muy claro que era la
principal. No en vano está el hecho del propio nombre elegido para el blog, un
espacio público pero a la vez privado, en contraste con lo que llevamos oyendo
en este curso desde su inicio en relación con el trabajo colaborativo, la
participación y la interacción.
Digo que para mí era la entrada más importante porque
es la que, además de materializar una opinión personal, materializaba el hecho
del “querer”, cuyo motor es el corazón, puede que un poco en detrimento de la
cabeza. Es la motivación personal. Por eso y porque le he dedicado más tiempo a
su meditación antes de publicarla, necesitaba una visión global y reflexión.
Las otras actividades, correspondientes cada una a
las dos primeras entradas del blog, creo que eran menos importantes, meros
medios para llegar hasta aquí, pero no por ello imprescindibles.
La primera representó el “poder”. Enfrentarse a un
problema desconocido, aprender haciendo y venciendo. Muy importante para llegar
también a la segunda, que representó el “saber”, la cual una vez superados los
titubeos iniciales, y aunque sé que hay blogs más bonitos o más interesantes
que el mío, me lleva a mirar atrás con orgullo y decir ¡soy capaz!
Así, “querer”, “saber” y “poder” se funden para
llegar al contenido de esta entrada, manejando herramientas y aplicaciones que
estaban ahí pero como si fueran invisibles o muy complicadas y lo que es peor
creyendo que sólo eran herramientas de ocio. Todo ello, acompañado de horas de
esfuerzo, de tiempo robado al trabajo habitual, a la familia, al sueño, a
nosotros mismos, pero que ha merecido la pena.
He aprendido el concepto de elearning (con todas sus
clasificaciones y sus posibilidades), las capacidades, destrezas y habilidades que
requiere un TOL, hasta ahora una parte de su “saber hacer. También he aprendido
que internet es algo más que un buscador de información, que está la web 2.0 con
muchas herramientas y aplicaciones que se pueden emplear profesionalmente en el
ámbito de la educación y sobre todo, he aprendido algo muy importante,
optimizar el poco tiempo disponible aplicando algunas de esas herramientas.
También sé que soy consciente de lo que me queda, pero con menos reparos a
emplear novedades relativas a las TIC.
Por eso debo aclarar que sería una verdadera
presunción por mi parte el pretender que ya lo hemos hecho todo en este curso.
No es mi intención, estoy respondiendo a una pregunta que debería hacerse al
final del curso, no cuando sólo llevamos dos unidades didácticas del mismo y aún
nos queda lo más difícil. Creo que nos queda lo más difícil porque, aparte de
que tiene un mayor grado de subjetividad, entramos en el núcleo del sistema.
Quedan las dinámicas de comunicación e interacción en contextos virtuales, la
gestión y evaluación de actividades formativas y el diseño de estas actividades
formativas y el control de la calidad.
La travesía va bien, pero dejamos mares tranquilos
donde hemos sufrido algún temporal y nos adentramos en océanos con posibilidad
de mar gruesa. El velamen está completamente desplegado, la moral es alta y
sabemos que vientos tenemos que coger, para que nos lleven al puerto elegido.
En relación con las fuentes utilizadas, son muchas,
más de las que se encuentran reseñadas en cada entrada. Entre ellas hay una que
trato de aplicar siempre con mayor o menor fortuna, es el sentido común.